Actualmente, uno de los grandes problemas medioambientales al que se están enfrentando las diferentes potencias mundiales, es la existencia de grandes índices de contaminación de mercurio que hay en mares y océanos, donde se vierten más de 800 toneladas de este metal al año. Los responsables de la mayoría de estos vertidos contaminantes son los productores a pequeña escala, pero la actividad minera sirve de sustento para 12 millones de personas.
La alarma por los altos índices de contaminación de mercurio se ha hecho más notable en Japón y en países de Sudamérica, donde si no se reduce el uso de este elemento en los próximos años se prohibirá el consumo de pescado en la población. Es por ello que las medidas que están tomando los diferentes gobiernos para evitar su utilización es prohibir su uso o incrementar su precio, dificultando esta última acción a los pequeños mineros.
Como medida para evitar que la producción de oro disminuya, y a la vez se respete el medioambiente, actualmente se está perfeccionando una nueva tecnología que libera el oro sin necesidad de utilizar mercurio durante el proceso. Este innovador sistema permite recuperar el oro de forma más eficaz y rápida, y con menos esfuerzo que el método tradicional.
Resumiendo el proceso: esta tecnología es directamente aplicada a las arenas negras (también conocido con el nombre de ‘concentrado aurífero’. Dividiéndose este método en tres partes diferentes:
Se estima que el precio del oro ecológico sea aproximadamente un 5-10% superior al oro obtenido mediante el proceso tradicional.
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