Esta nueva publicación es la continuación de un total de tres partes que irán dedicadas al tema de la minería submarina. Podrás visitar la primera parte haciendo clic aquí.
Esta publicación está centrada en el tipo de materiales más frecuentes de encontrar en yacimientos marinos. Los recursos más comunes durante la extracción minera submarina suelen ser minerales polimetálicos y destacan principalmente por su importancia tanto a nivel industrial como a nivel económico.
Esta entrada estará centrada en el tipo de materiales más comunes de encontrar en el fondo marino durante una extracción minera.
Los recursos más frecuentes durante la extracción minera submarina suelen ser minerales polimetálicos y destacan principalmente por su importancia tanto a nivel industrial como a nivel económico. Estos recursos pueden hallarse concentrados de tres formas diferentes:
Este tipo de concentraciones de minerales suele ser más importante debido a su valor económico, y se encuentran entre los 800 y 2500 metros por debajo del mar.
Se originan debido a la acción de las corrientes marinas que propician el ambiente idóneo para la acumulación y conservación de los minerales, dándose estas condiciones favorables en el Océano Pacífico.
Este tipo de yacimientos están formados principalmente por hierro y manganeso.
Las costras están formadas por diversas fases de óxidos de manganeso e hidróxidos de hierro del grupo de la goethita, junto con minerales accesorios como son los detríticos cuarzo o vidrio volcánico amorfo, feldespatos, calcita y fosfatos, además de restos biológicos procedentes de foraminíferos y cocolitos.
El origen es el depósito de diferentes minerales derivados de la erosión de los continentes, la acción de ríos y el viento.
Este tipo de acumulación de minerales está compuesto básicamente por óxidos de manganeso y hierro. Estos yacimientos suelen encontrarse a unas profundidades superiores a 3000m y tienen mayor presencia en el océano Atlántico Occidental como en el Mar Mediterráneo.
Actualmente, los nódulos de manganeso se consideran una importante fuente de minerales gracias a su abundancia y utilidad. Hablando de los tipos de minerales más frecuentes que pueden encontrarse en este tipo de minas son hierro y manganeso principalmente y, como subproducto de alto valor económico, níquel, cobre y cobalto.
Su origen se debe a las corrientes hidrotermales de altas temperaturas, lo que hace que el depósito de estos minerales se encuentre a lo largo de la corteza oceánica.
Debido a la exposición a altas temperaturas se dan las condiciones óptimas para la formación de diferentes minerales, en especial calcio, silicio y oro.